Di a luz en agua dos veces. La mejor palabra para describir la sensación del momento en que entré en el agua fue: alivio. Cuando estás en trabajo de parto y tienes contracciones, tu cuerpo se tensa, pero cuando estás en el agua, parece que su flotabilidad ayuda a relajarlo. En mi caso, las contracciones aún duelen pero no fueron tan intensas como fuera del agua.
Otra cosa con el agua fue que me calentó los pies: ¡se pusieron muy fríos durante el parto, lo cual fue innecesariamente molesto y al entrar en el agua los calentó!