“¿Cuáles son los efectos de los padres que presionan a sus hijos sobre decisiones que no quieren en la vida?”, Preguntó Toshihirio Saito.
En mi opinión, los padres deberían permitir que los niños enfrenten la vida con su razonamiento. Tarde o temprano, el niño se convertirá en un adulto y hará lo que sus padres le impidieron. Eso significa que los errores que los padres están tratando de eliminar antes de que ocurra, serán cometidos por sus hijos cuando se conviertan en adultos. Los padres deben dejar que el niño cometa errores. En consecuencia, tomarán lecciones de vida.
La mejor manera de tratar con un niño es explicarle las consecuencias de sus decisiones. Los padres deben preparar la mentalidad de sus hijos. Y luego dejar que hagan lo que quieran.
Los padres no deben lidiar con las decisiones de la vida desde la perspectiva de que solo hay decisiones correctas e incorrectas en la vida. Algunas decisiones le parecerán al padre que tiene un 90% de consecuencias negativas para un 10% de consecuencias positivas. A veces, el 10% positivo es lo suficientemente emocionante para el niño y vale la pena sufrir el 90% de las consecuencias negativas. En tales casos, los padres deben respetar el deseo del niño. Tales ejemplos muestran la capacidad personal del niño.
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La mayoría de los padres tratan de controlar la vida de sus hijos. Peor aún, ponen obstáculos frente al niño que no trata de ser más que él mismo. Estos obstáculos pueden hacerlo más fuerte. Porque, usted, como padre, se convirtió en parte de los desafíos de su vida. Por otro lado, los mismos obstáculos pueden causar el retraso de su proceso de madurez.
En conclusión, presionar al niño para que tome una decisión que no quiere en la vida le da la oportunidad de ser una persona negativa. Y el niño no se hace responsable de las consecuencias de tales decisiones. Como padre, es mejor ver a su hijo cometer errores y estar a su lado mientras usted todavía está vivo.