Es probable que tu hijo de 2 años te vea a ti (y posiblemente a tu pareja) como el centro de su universo, el “sol y la luna” alrededor del cual gira su existencia. Probablemente te contacta docenas de veces a lo largo del día para compartir un nuevo descubrimiento de ella, subtitular una actividad que acaba de dominar (o intentar), o simplemente porque le gusta llamarte.
La próxima vez que ella haga esto:
- Deje a un lado su teléfono, su computadora portátil, su libro, su guitarra o cualquier otra cosa que pueda estar pensando en ese momento para poder prestarle toda su atención.
- Mírala a los ojos.
- Sonríe: de tu corazón, con tus ojos, y luego con tu boca.
- Comprométase con ella honestamente, como una persona independiente con sus propios sentimientos, pensamientos y estados de ánimo. Esto podría significar decirle que estás ocupada en este momento, pero volverás a ella lo antes posible (y luego seguirás adelante).
- Cuando haya terminado de discutir lo que haya llamado su atención por el momento, cierre ese segmento particular del día con un beso en la cabeza y con su propio gesto especial de amor que solo ustedes dos comparten (usted y su pareja podrían tener otro). eso representa tu amor compartido por ella, pero también tienes el tuyo).
- Opcional: échala en el aire, escucha su gorgoteo de alegría y atrapala otra vez (metete en un cosquilleo o dos, si a ella le gustan).
Los bebés son increíblemente perceptivos.
No ha habido un solo caso en el que mi hija no haya respondido a la calidad de mi atención hacia ella. Ahora sé con certeza que es la marca más grande de amor, cuidado y seguridad que puedo impresionar en ella, y ciertamente no significa que tenga que acceder a sus (¡numerosas!) Demandas.
- ¿Qué hago si no puedo dejar de pensar en una chica que conocí en yesca?
- ¿Puede alguien enamorarse de la misma persona de nuevo?
- ¿Está bien si, mientras estoy en una relación, tengo una inclinación romántica hacia otra persona?
- ¿Puedo ganarme su amor?
- ¿Qué es lo peor que uno puede hacer a su amigo?
Disfruta de tu tiempo con tu pequeño. No vamos a seguir siendo el “sol y la luna” para siempre, pero esperamos que les llenemos con suficiente amor para alimentarnos en cualquier momento de sus vidas. ¡Dios sabe que nos han dado eso!
PD: Dígale que la ama todos los días cuando se despierta, todas las noches antes de acostarla, y en momentos aleatorios durante el día. Haga que se dé cuenta de que existe una constancia y también una imprevisibilidad cuando comparte verbalmente el sentimiento; no debe temer perder su amor ni tampoco debe “ganárselo” demostrando alguna noción de valor. Simplemente es. Sí, lo sentimos en todo momento, pero hay un gran sentido de afirmación al dar palabras a lo que sentimos. Y escucharla decir que es una pura dicha, por supuesto. 🙂