Depende de los padres, no de su riqueza. Conocía a un hombre que provenía de una familia muy adinerada, pero eso no significaba que estuviera “echado a perder”. No le enseñaron “cosas cultas” ni ninguna de las mejores cosas. Le enseñaron que tenía que trabajar duro. No le dieron nada; su padre le hizo trabajar para ello. ¿Por qué? Porque su padre no quería un hijo que pensara que tenía derecho a todo. Quería un niño trabajador que hiciera su propio camino. Su padre tenía un negocio y, a pesar de que su hijo estaba trabajando allí, le dieron la posición más baja disponible. Tenía que demostrar su valía como cualquier otro trabajador.
Así que ser rico no significa necesariamente que se críen de manera diferente. No es siempre el estilo de vida cliché que ves en las películas.