Cómo ayudar a mi padre a ser una mejor persona.

Uno de mis momentos más conmovedores fue darme cuenta de que ninguno de mis juicios y pensamientos sobre mi madre hicieron nada más que hacerme sentir incómodo. Nada de lo que hice o traté de hacer la cambió. Ella no cooperaría.

¿Por qué? Porque ella estaba bien consigo misma. Con razón, ella había llegado a la conclusión de que otros juicios no eran su problema porque estaba perfectamente feliz como lo era ella.

Al final del día yo era la única a la que le importaba, y me importaba porque pensaba que era su trabajo ser lo que quería que fuera.

Pero su trabajo es hacerse feliz, no yo, solo ella misma.

Llevaba una carga para “mejorar” a mi mamá. Tenía un gran peso en mis hombros cuando me di cuenta de que no tenía que llevar esa carga.