He aprendido un montón de lecciones para convertirse en padre. Es difícil reducir a lo más valioso. Tal vez en mi caso, permitiéndome estar tranquilo. Es muy fácil ser tenso sobre el dinero, el trabajo, los clientes, preocuparse por la escolarización de los niños, conducir por todas partes, preparar comidas, limpiar, enseñarles a comportarse, asegurar las tareas, tareas, etc. etc. Hay mucho por lo que preocuparse. Un día, la presión alcanzó su punto máximo y todo se fue de lado. Mi esposa dijo “no te preocupes por las cosas pequeñas”. Ella tiene razón, por supuesto, pero este fue un día entero de cosas que todo parecía abrumador. Tuve que retroceder y hacer un chequeo de la realidad. Solo si pudiera “enfriarme”, todo podría suavizarse. Y lo hizo.
Desde entonces estoy mucho más tranquilo acerca de muchas más cosas. La familia no está tan nerviosa, hay menos pánico y todo parece hacerse más o menos. Mi actitud fue la clave para permitir que todo el ambiente se enfríe. Todo es mucho mejor, menos estrés. ‘Frío’!