¿Por qué le pediste a tu pareja que se casara contigo?

Mi generación tenía reservas sobre el matrimonio, visto como la herencia de los tiempos victorianos, en el sentido de que las mujeres perdieron en el matrimonio cierta independencia. Las restricciones variaron con cada país: en muchos, no se podía abrir una cuenta bancaria sin el permiso de su esposo (pero lo contrario no era cierto) aún en los años sesenta.

Con el tiempo, he observado que las mujeres perdieron esa batalla: muchas mujeres que preferían una unión libre terminaban con hombres que tenían un sentido de responsabilidad (aún es más fácil romper que divorciarse). En general, eran más pobres, más solitarios y a menudo terminaban criando a sus hijos solos.

Desde estas observaciones, estoy a favor del matrimonio. Pero aún no le he pedido a nadie que se case conmigo. Tal vez cuando llegue a los 80 años, lo tenga en cuenta.

Le pedí a mi pareja que se casara conmigo porque la amo, amo a sus hijas y no quiero imaginarme pasar el resto de mi vida sin ellas. Resulta que ella sintió lo mismo y dijo que sí.

Estoy seguro de que algunas personas pueden tener diferentes razones para proponer el matrimonio, pero para mí, ¡Amor es lo que selló el trato!