¿Qué significa cuando alguien dice que mi matrimonio es soportable?

Podría significar muchas cosas. La mejor manera de averiguarlo es preguntar a la persona que lo dijo. Cuando alguien hace una declaración provocativa, podría estar tratando de llegar a la comprensión.

Mi mejor conjetura es que él o ella estaba haciendo una broma irónica con un grano de verdad con la intención de hacer frente a los desafíos o expresar una renuncia bien pasada de moda. Durante la mayor parte de la historia del matrimonio, no se trataba fundamentalmente de la felicidad. Se trataba de cosas como la economía y las alianzas. Compatibilidad, amor y similares fueron vistos como agradables pero no necesarios; La guinda del pastel.

Estos días la mayoría de nosotros queremos más. Algunos de nosotros hemos logrado desarrollar y mantener conexiones amorosas a largo plazo. Para muchos, esto sigue siendo un objetivo. Y luego están aquellos que se dan por vencidos y se conforman con lo que creen que pueden obtener. Algunos optan por vencer a los matrimonios comprometidos. Otros optan por permanecer solteros.

Para aquellos que han luchado para crear relaciones duraderas y de calidad, “La culpa, querido Brutus, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos”. Shakespeare hablaba de política, no de relaciones, pero la idea es la misma. Quien elijamos es todo acerca de nosotros. La forma en que tratamos con aquellos que traemos a nuestras vidas está en nuestras manos.

Hay un montón de gente maravillosa por ahí. Muchos de nosotros simplemente necesitamos un trabajo de reparación antes de estar listos para cultivar y mantener relaciones saludables. Hay pocos para quienes esto es fácil. Me tomó la mayor parte de mi vida y dos divorcios para resolverlo. Pero mi matrimonio es una prueba de que los perros viejos pueden aprender nuevos trucos. Uno debe estar dispuesto a hacer el trabajo, el trabajo pesado requerido, para el viaje de descubrimiento que revela dónde estamos a nuestra manera. En mi experiencia, es difícil seguir ese camino porque requiere estar dispuesto a ver las propias faltas. Uno debe luchar contra su ego para someterse. No es un viaje fácil, pero es mucho más satisfactorio que la alternativa de sentarse en un grupo de ilusiones con todos los vectores de culpa y la culpa apuntando hacia afuera.

Significa que no es un lecho de rosas, pero tampoco un lecho de clavos. Solo se tratan unos a otros en compromisos y sacrificios.

Si estuvieras hablando de tu cónyuge y alguien dijera “eso suena soportable”, entendería que “eso se parece más al matrimonio que querría que al matrimonio del que acabo de salir”.

Significa que están apretando los dientes y viéndolo a través, pero no con alegría.