Desafortunadamente, depende de la madre / anfitrión. Si la progenitora femenina quiere al feto, se le llama bebé y su llegada se espera con anticipación y alegría. Si ella no lo quiere, es simplemente una anfitriona de un organismo parásito que le impide tener una vida plena y significativa (así es como me lo describió más de un defensor a favor de la elección). A pesar de que el niño / parásito lleva la mitad del ADN del padre, no tiene nada que decir con respecto a su futuro.
Por cierto, me acabo de dar cuenta de que es solo cuestión de tiempo antes de que realmente sepamos la respuesta al enigma antiguo: “¿Qué pasaría si los hombres pudieran tener bebés?”. El pleno florecimiento del problema de las personas transgénero nos ha dejado con lo que Yo diría que es inevitable que un “hombre” transgénero tenga un bebé. Sin pasar ningún juicio moral sobre el escenario, espero que en algún momento en un futuro no muy lejano, sepamos la respuesta a la pregunta. Eventualmente sabremos lo que algunos “hombres” piensan acerca de tener bebés.