Mi respuesta es un orgulloso No, y resultó en mi matrimonio (hace más de una década) y mi familia.
La familia en la que nací, como parece, sabía poco acerca de mis planes en la vida o de mi pareja, y claramente tomaron una mala decisión al rechazarlo.
Al presentar un ultimátum, ya sea ellos o él, me dejaron con una clara opción de “no ellos”.
No me arrepiento ni por un momento, incluso en momentos en que los niños están despiertos todo el día y toda la noche y no tengo a quién pedirle que cuide a los niños. Es un dolor temporal, y ahora, mirando hacia atrás en mi vida, puedo Solo digo que lo hice todo sin la ayuda de esa familia.
Las personas cometen errores, todos somos humanos, pero negar a una persona algo que saben que es el camino de su vida no es precisamente moral.
Por supuesto, es aceptable advertir a alguien sobre un peligro potencial o algún peligro claro, ya que todos sabemos que el amor a veces es ciego.
Sin embargo, “decidir” sobre el destino de uno sin el aporte de esta persona está desafiando la lógica y esperamos que más personas se expresen en contra de eso.