Nuestro hijo nació en un hospital privado muy apreciado y caro en Lagos, Nigeria. En el día 2, notamos que sus ojos y su piel estaban amarillos, pero mi esposa y yo no estábamos muy preocupados, ya que el médico nos dijo que tenía ictericia, un hecho común pero poco serio con los bebés. Nos aseguraron que la amarillez del cuerpo y los ojos desaparecerían en cuestión de días con solo exponerlo a la luz del sol.
Para el día 6, nos dijeron que necesitaría un intercambio de sangre ya que la prueba muestra que el nivel de bilirrubina ha aumentado. Dos días después del intercambio de sangre, fue dado de alta del hospital con la piel clara.
De 3 a 4 meses más tarde, nuestro hijo aún no se había sentado solo ni había logrado ninguno de los hitos para su edad. La visita al mismo médico fue descartada como “primera detención de los padres”. Algunas personas dijeron que era solo un arranque lento.
Para el mes 6, le diagnosticaron parálisis cerebral en otro hospital. Necesitaba fisioterapia y terapia del habla.
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Fue una lucha conseguirle aparatos ortopédicos para sus piernas, la fisioterapia era burda. Lo ataron a un soporte hecho a mano y lo observaron durante horas mientras lloraba incesantemente.
En la escuela, fue visto como un estúpido. Lo único que le salvó el culo de la flagelación regular (al menos de lo mejor de nuestro conocimiento) fue que estaba en una escuela privada y también hicimos un esfuerzo extra para ser “amables” con sus maestros.
Sin mucho progreso visible, tomamos la decisión de llevarnos a los Estados Unidos, donde ahora disfruta de la escuela y se está convirtiendo en su propia persona independiente. Por supuesto, significaba que mi esposa tenía que estar con él.
Tuve que mantener mi trabajo en Nigeria para continuar defendiéndome de la familia en el extranjero. Así que solo vemos cuando viajo para verlos, lo cual es tan frecuente como lo permitiría la economía.
Ahora a los 7 años, nuestro hijo está mostrando buenos signos de desarrollo, le está yendo bien en la escuela.
Cuando vives en un país que no cuenta con disposiciones para personas que viven con discapacidades, o una sociedad que no puede brindar atención médica básica o que ve a todos los niños con necesidades especiales como estúpidos, tomas una decisión difícil en tu vida.
No planeamos separarnos o en diferentes continentes, pero estamos decididos a sacrificar todo lo necesario para dar a nuestro hijo todo lo que se necesita para que él viva una vida independiente.