Tener un cónyuge enojado es un desafío. Su cónyuge puede estar deprimido, estresado o no tener las habilidades necesarias para una expresión emocional saludable. Aquí hay algunos consejos sobre cómo hacer frente a un cónyuge enojado:
1. La seguridad primero
Si usted, su cónyuge o sus hijos están en peligro debido al cónyuge enojado, busque ayuda de inmediato. Si es de emergencia, llame al 911 en los EE. UU., Al 999 en el Reino Unido o a servicios de emergencia similares en su país de origen. Si no es de emergencia, busque ayuda en un albergue local para víctimas de la violencia doméstica o con familiares o amigos que puedan albergarlo. Pedir ayuda a un consejero también es una buena idea, la ira del cónyuge, los problemas matrimoniales o los niños que tienen un padre enfadado. La ira es a menudo la otra cara de la misma moneda que la depresión, por lo que un consejero podría ayudar con ambos conjuntos de síntomas.
2. Estar en el mismo equipo.
Los arrebatos de ira son a menudo el resultado de una injusticia percibida, sentimientos de falta de respeto o demandas aparentemente abrumadoras. Conscientemente ser justos, respetuosos y útiles son formas rápidas de unirnos como pareja y reducir la ira.
3. Establecer seguridad emocional.
A veces las respuestas de ira se deben a sentirse herido o amenazado. Decir cosas amables en lugar de criticar, ser sincero en lugar de burlarse y escuchar con atención ayudará a su cónyuge a sentirse emocionalmente seguro.
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4. escuchar
A menudo, la ira aumenta cuando alguien no se siente escuchado, notado o apreciado. Usar la escucha reflexiva, comunicarse directamente y reafirmar lo que comparte su cónyuge les ayudará a sentirse comprendidos.
5. Enterrar las armas.
Todos conocemos los puntos débiles de nuestro cónyuge y podemos atacar fácilmente a los “zingers” que pican. Especialmente cuando nuestro cónyuge está enojado, podemos querer defendernos o pensar que nuestros ataques verbales están justificados. Esto solo aumentará la ira, y es mejor mantener la paz.
6. Cambia tus hábitos
Al igual que se forman otros hábitos, podemos desarrollar hábitos en las formas en que nos comunicamos y respondemos emocionalmente. Hacer cambios en la sincronización o el tono de nuestras respuestas, los tipos de cosas que decimos y el estilo de nuestra comunicación puede ayudar a romper malos hábitos y crear nuevos que mejoren la salud emocional de nuestras relaciones.
7. ser un compañero
Tu cónyuge es tu igual, tu amigo y tu compañero de equipo. No cuide a su cónyuge, no hable con ellos, ni los moleste. Compartan responsabilidades, digan cosas amables y disfruten juntos de actividades positivas. Que te diviertas. Risa. Hablar. Sonreír.
8. Mantén tu espacio, pero no te alejes
Como pareja, ustedes son la relación principal entre sí. Las conversaciones emocionales, la descarga, el procesamiento y el aprendizaje se hacen juntos y no con personas externas. Al mismo tiempo, tener un momento de tranquilidad individual es una necesidad saludable para su propio estudio, reflexión y superación personal. Khalil Gibran dijo: “Dejen que haya espacios en su unión … Y permanezcan juntos pero no demasiado juntos, porque las columnas del templo están separadas”.
9. estar activo
Una de las mejores cosas para la salud mental es simplemente salir a caminar todos los días. Si caminan juntos antes o después de la cena, también es un buen momento para hablar y escucharse unos a otros. Cuando el clima es agradable para estar afuera, ese aire fresco y un escenario realmente pueden elevar su espíritu.
10. Ser un individuo
Tener un cónyuge enojado no significa que tengas que estar enojado. Esperar que su cónyuge se enoje a menudo no significa que tenga derecho a presionar los botones, pero tampoco significa que deba ir de puntillas. Cualquier consecuencia de los comportamientos enojados pertenece a la persona que estaba enojada, y no es su problema limpiar para ellos. Sin embargo, eso no significa que usted tenga derecho a castigar a su cónyuge reteniendo afecto o atención hasta que su cónyuge “lo merezca”. Usted no es el juez que reparte las consecuencias para su cónyuge enojado, pero tampoco tiene que cumplir su sentencia.