Es apropiado que cualquier persona de cualquier edad se esfuerce por mejorar, o hacer lo mejor posible, o sobresalir o como quiera que lo piense. A veces, la motivación será la aprobación de un maestro o un jefe o un padre o un enamorado, pero el objetivo debe ser su propio desarrollo y crecimiento positivo.
Los adolescentes que hacen cosas malas porque quieren elogios de personas peligrosas no se están mejorando a sí mismos. Así que supongo que mi respuesta es: depende de a quién quieras felicitarte.