Creo que tienes dos serpientes diferentes envueltas alrededor de tu cuello.
La primera es que piensas que sabes quién eres y qué es tu vida. Te miras en el espejo y ves el mismo viejo día tras día. Lo que no entiendes es que estás viendo lo que esperas ver: tu mente predice lo que verá cuando piense en ti, y siempre resulta ser correcto, porque los filtros cognitivos que regulan la percepción están sintonizados esas expectativas
Sus expectativas dan forma a sus percepciones y sus percepciones refuerzan sus expectativas. Es la Espiral de la muerte del autoconocimiento 🙂 Lo que crees que es verdad acerca de ti mismo sigue siendo “probado”: más sólido, más permanente, más como una prisión cada vez.
No tienes la oportunidad de verte con nuevos ojos: las mismas cintas se reproducen día tras día, y ninguna otra canción tiene la oportunidad.
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Esta es la primera serpiente: sus creencias sobre lo que lo define no están sujetos a ningún examen crítico o desafío, no hay suficiente conciencia de sí mismo para obtener una nueva perspectiva. Una nueva visión de ti mismo se correlacionaría con ver nuevas posibilidades, y eso desenredaría a la primera serpiente.
La segunda serpiente es la falta de propiedad y autonomía: estás tratando tu vida como si fuera el problema de otra persona, o tal vez el problema de nadie. Cuando preguntas “¿qué me obligaría a actuar?”, Estás siendo una víctima … alguien que espera que las condiciones de la vida u otras personas lo impulsen, como un niño reacio de 4 años que ya no quiere caminar y que mamá tiene que arrastrarlo con un brazo.
Esto es un fracaso de tomar responsabilidad por ti mismo y tu vida. Al crecer, los niños son atendidos y luego, gradualmente, los padres retroceden y les permiten hacer más por sí mismos. Para cuando tengas 25 años, la expectativa es que seas 100% autosuficiente y autodirigido: reconoces tu propio rol como una fuerza causal o un selector en tu vida, y lo ves como una herramienta valiosa. para ser ejercitado.
Que falta Ese sentido de autonomía parece faltar o es muy débil. Esta serpiente es diferente a la otra serpiente, porque es menos una cuestión de conciencia y más que una simple voluntad: la autonomía es algo que es su propio motor de arranque. Empiezas a ser autónomo solo porque lo dijiste, no porque tengas un sentimiento especial, no porque alguien te obligue a hacerlo, no porque el mundo se vaya al infierno si no lo haces; ser tu propio motor no viene de ninguna parte “Allá afuera”, viene desde adentro, sin ninguna otra razón que no reconozca el valor de la herramienta que ya tiene: libre albedrío.
Así que esa es la segunda serpiente: comienza a tomar en serio tu libertad y trátala como un martillo que puedes usar para golpear los muros de la prisión (serpiente n. ° 2), y comienza a practicar la atención plena para que puedas ver cómo tu mente ha creado una autoestima. cumpliendo la Espiral de la Trampa de la Muerte en su comprensión de quién eres (serpiente # 1).
Sin esas pesas en el cuello, apuesto a que es mucho más fácil correr hacia adelante.