Cuando una mujer pasa por el parto, la placenta libera la hormona relaxina, que ensancha la pelvis y ablanda el cuello uterino y la vagina en preparación para el parto. Después, la cabeza del bebé presiona contra el cuello uterino, lo que hace que el agua de una mujer se rompa (en realidad es la ruptura del saco amniótico). El cuello uterino se ensancha y el útero empuja y libera la placenta, causando contracciones. Estos pueden durar hasta diez horas y pueden ser muy dolorosos. Después de un tiempo, las contracciones se vuelven más fuertes, y es cuando la madre siente la necesidad de empujar. El bebé es forzado a ingresar a la vagina y, como la cabeza generalmente sale primero, permite que el resto del bebé salga más fácil. Después de esto, la placenta y el cordón umbilical pasan a las etapas posteriores al parto. Todo el proceso puede durar desde treinta minutos hasta días a la vez. Si la cabeza del bebé no llega después de un tiempo o si hay complicaciones, se realizará una cesárea.
¡Buena suerte! -Catherine