Si el ‘proceso de parto’ es tan brutal como parece hecho, ¿por qué las parejas optan por más de un niño? ¿La experiencia no desalentaría a las mujeres a pasar nuevamente por el parto?

Odiaba cada minuto de embarazo. Literalmente desde el momento en que supe que estaba embarazada. Estaba extasiada por tener un hijo, pero estar embarazada era terrible. Antes de esta cosa en la que nunca me dejaría pensar, si lo hiciera, terminaría TERRIFICADO y este niño tenía que salir de alguna manera.

Entonces, el parto real no fue como se suponía, y terminé sometiéndome a una cirugía DESPUÉS de las 40 horas del peor dolor que puedas imaginar. Excepto un cálculo renal. Si alguna vez has tenido un cálculo renal, es probable que superes las partes iniciales del parto.

¿Y sabes qué? No puedo esperar para volver a hacerlo con otro. Cada 2 y luego 4 y luego 5 am de alimentación, cada momento en el que no está seguro de si realmente está despierto o dormido, cada vez que el niño se orinó en mí tan pronto como abrí su pañal, cada cierre doloroso durante las primeras 6 semanas. donde lo amamanté, lo reviviría en un instante. El dolor insoportable cuando mis caderas se alinearon para prepararse para el nacimiento inmanente, las cuatro o cinco manos que tenía en mi vagina durante las 40 horas de trabajo de parto que pasé … Sí. Lo haría de nuevo en un instante.

Desafía toda lógica, pero las emociones rara vez siguen la lógica. Todo lo que sé es que cuando ese niño me mira y sonríe porque, “hey, ¡es esa persona mami!” O abre la boca y se inclina cuando digo, “¿mamá puede tener un beso?” Mi corazón se derrite absolutamente.

Tampoco hay nada más que haya experimentado que se sienta tan asombroso y tranquilo como un recién nacido acurrucado en tu pecho horas después de estar dentro de ti.

Maldición. Ahora estoy llorando en el trabajo recordando todos los sentimientos en esos primeros momentos.

Yo podría dar a luz todos los días. He tenido dos nacimientos naturales y, para mí, la increíble aceleración de la oxitocina y la endorfina después es como estar tomando drogas (o eso creo, como nunca he hecho drogas).

Dar a luz es como correr una maratón: es un trabajo duro, duele y requiere mucha resistencia, ¡pero te sientes como el rey del mundo cuando llegas a esa meta!