¿Qué tan fácil es viajar al extranjero con un recién nacido?

Viajé desde los Estados Unidos a Nueva Zelanda con mi hija cuando tenía dos meses de edad. ¡Fue el viaje más fácil con ella que hice! Teníamos un asiento de mamparo con una cesta para bebés (como se llamara) y ella dormía, comía y jugaba a intervalos regulares. La alimentación fue fácil – la lactancia materna. Los baños disponen de cambiador. ¡Y ella voló gratis! El único inconveniente es la parafernalia – cochecito, bolsa de pañales, un montón de pañales, botellas de leche de repuesto. Pero es bastante manejable, y todos son muy amigables cuando tienes un recién nacido.

El peor momento para volar es cuando son niños pequeños.

Por otro lado, no espere ver mucho del lugar al que va; un bebé todavía necesita una rutina y a ella no le importa que haya esperado una hora en la fila para ver a la Mona Lisa.