No claro que no. Los padres influyen en gran medida en los niños, tanto genéticamente como ambientalmente, pero no son los únicos determinantes del desarrollo de sus hijos.
De hecho, muchos niños se rebelan consciente y subconscientemente contra sus padres y adoptan valores contrarios. Otros simplemente tienen diferentes personalidades innatas o experiencias que canalizan a su personaje en otras direcciones.