Depende de cómo se defina “gran liderazgo”.
La mayoría de las personas responden bien a los líderes que:
- Tener y comunicar una visión que beneficie a todos (o la mayoría).
- Están dispuestos a practicar lo que predican. Ellos deciden y actúan desde una base consistente de valores.
- Están dispuestos y son capaces de desafiar y hacer cambios.
- Potenciar la capacidad de los demás para decidir, actuar y crecer.
- Anima y motiva a los demás.
- Además, en la mayoría de las familias, existe una tendencia hacia el conflicto, ya sea abierto o suprimido. Es importante que un líder familiar tenga una fuerte capacidad de imparcialidad y pueda mediar y resolver disputas.