Pregúntale al hombre por su respuesta. Entonces pregúntale a su esposo. Son los únicos que pueden decírtelo.
Cada relación es diferente. Todos tienen sus límites, pero la pregunta es dónde se encuentran esos límites. Algunas personas dicen que es engañoso pensar siquiera en alguien más; otros no creen que sea un gran problema tener un amante de lado. Lo importante es que ambas personas estén de acuerdo.