En realidad lo contrario es cierto. El principio de biorretroalimentación y relajación autógena provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que a su vez permitirá un mayor flujo sanguíneo. Por ejemplo, “Mis manos son pesadas y cálidas” elevará la temperatura de las manos.
Si piensas bien, los vasos se contraerán y fluirá menos sangre.