Recuerdo que le pregunté a mi obstetra acerca de eso cuando estaba embarazada y tiene que ver con el desarrollo del cerebro. A medida que nuestro cerebro se desarrolla, aprende a voltear las imágenes que golpean nuestras retinas para que veamos nuestro mundo en posición vertical. Hasta que el cerebro de un bebé se desarrolle más, viven en un mundo al revés. Los bebés tampoco pueden ver el color o enfocarse más allá de 12 pulgadas frente a sus caras. Pero para cuando tienen una semana, los bebés pueden responder al movimiento y concentrarse en las caras de sus padres, que para entonces se ven perfectamente erguidas.
* Google me ayudó con esta respuesta, mi médico lo explicó de una manera más compleja.