No es tanto una respuesta, sino algunas preguntas que debe considerar:
1) ¿Por qué quieres que ella use jeans y una camiseta?
¿Cómo se viste ahora? ¿Hay alguna ocasión particular en la que quieras que se vista de manera diferente?
2) ¿Por qué no le interesa vestirse así?
¿Sabes por qué prefiere vestirse como ella? Nuestra vestimenta es al mismo tiempo altamente personal y una expresión muy externa sobre la cual el mundo nos juzga, y sobre la cual nos juzgamos a nosotros mismos. Cuando le dices a alguien que están vestidos “mal”, estás haciendo una declaración que puede ser mucho más poderosa (negativamente) de lo que piensas. Como dice Stephen Covey, “Busca primero entender, antes de ser comprendido”.
3) ¿Qué sabes sobre cómo creció y qué valores le están operando con respecto a su atuendo?
Lo que es cómodo, modesto o apropiado desde la perspectiva de una persona podría ser percibido como algo descuidado, imprudente, pretencioso o muchos otros negativos para otra persona. Nuestros valores provienen de nuestra experiencia de vida, y diferentes personas tienen experiencias diferentes.
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Tendría mucho cuidado al tratar de cambiar la forma en que se viste mi esposa. Una estrategia más segura sería ir de compras con ella y guiarla hacia las modas que creo que son atractivas. O compre un regalo de ropa en el que me gustaría verla. No se garantiza que sean “estrategias seguras”, pero es casi seguro que se las reciba mejor que si yo dijera “no use eso, use esto”.
¡Buena suerte!