Cuando era un niño muy pequeño pasaba mucho tiempo con un vecino. Ella tenía unos 80 años (no estaba segura de su edad exacta) y a menudo me contaba historias sobre su infancia. Me encantaba escucharlos. En su mayoría, en su época escolar, cómo una compañera de clase llamada Albert engañó a su maestra o cuando jugaban a escondidas en el jardín. Ella me dijo que siempre había tenido un escondite en un viejo gallinero que los demás no sabían.
Pensé que podría interesarte incluso si mis padres no contaran estas historias. Soy de Alemania por cierto.