No creo que renunciar a tu PROPIO hijo por CUALQUIER razón cuente para ser ético en CUALQUIER cultura. Por el contrario, muestra un completo desglose del valor moral.
Es cierto que puede haber un estigma social contra tales niños, pero ese es el problema de una sociedad intolerante: el niño no es responsable, y tampoco debe ser objeto de persecución contra ellos.