Mi respuesta es un poco larga, así que les dejo la versión corta por adelantado:
Disfruto de un matrimonio muy bueno y amoroso, que me sorprende hasta el final, hasta el día de hoy.
Mis sentimientos al respecto han cambiado mucho con los años. Debido a mis padres divorciados, quienes cuando me tuvieron ya estaban separados por bastante tiempo. Durante mis primeros años (hasta la escuela primaria) ni siquiera había conocido a ningún niño cuyos padres todavía estuvieran casados o si lo estaban, estaban separados y compartían la custodia.
Así que tomé la opinión de mis padres sobre el matrimonio y pensé por qué hacerlo, si solo complica las cosas en una relación. Creía firmemente (y sigo creyendo) que puedes tener relaciones duraderas y felices sin matrimonio.
- ¿Quién discute su infelicidad en su matrimonio con más frecuencia y en mayor extensión cuando son miserables, hombres o mujeres?
- Cómo hacer que mis suegros escuchen mis demandas razonables.
- ¿Dónde dice que la definición de matrimonio está restringida a un hombre y una mujer?
- Hipotéticamente, si mi futura esposa no va a trabajar después del matrimonio, ¿está bien pedir una dote, teniendo en cuenta que tengo que mantenerla a lo largo de mi vida?
- ¿Debo divorciarme de mi esposa?
En algún momento de mi vida conocí a mi esposo. Durante el primer año de nuestra relación, nunca pensé en el matrimonio. En algún momento mi vista comenzó a cambiar lentamente. Al principio, pensé que para algunas personas estaría bien casarse, por diversas razones. Impuestos, estatus, sus propias expectativas de vida, comisionarse frente a testigos, por nombrar algunos. Todavía no era para mí.
Y sin darme cuenta de que volvió a cambiar. Un día me di cuenta de que quería pasar el resto de mi vida con él. No me malinterpretes, un matrimonio como todos sabemos no es una garantía para eso. Pero descubrí que quería oficializar mi intención de hacerlo. El asunto surgió durante la conversación prácticamente el día en que lo había descubierto por mí mismo y decidimos hacerlo.
Nunca en los últimos más de 13 años lamenté esta decisión y todavía estoy muy contento con ella. Pero hubo un momento, durante los 2 años de nuestra relación antes del matrimonio, cuando supe que era muy bueno:
En un momento noté que me encantaba pasar mi tiempo con él cuando salíamos. Y me encantaba pasar tiempo con él quedándose en casa. Y me encantaba salir solo con mis amigos y él quedándose en casa. Y me encantaba quedarme solo en casa, mientras salía. Sin celos, sin rabietas, sin acusaciones, solo confiar, respetar y disfrutar el uno con el otro y con nosotros mismos. A día de hoy esa es la base de nuestra relación.