Tiendo a pensar que estar casado es un estado de ser. Por supuesto, las acciones reflejan las actitudes internas que incluyen pero no se limitan a:
- Tratar a la tercera entidad, el matrimonio, con respeto y poner las necesidades de la relación por encima de las necesidades individuales. Por ejemplo, decidiendo ser feliz por tener razón.
- Ver e interactuar con los demás de manera respetuosa con el cónyuge. Por ejemplo, si está casado con una mujer, todas las demás mujeres ahora se vuelven como una hija, hermana o tía. Esto ayuda a apoyar el compromiso que se han hecho entre ustedes.
- Saber que el amor es una decisión es más importante que el amor es una emoción. Cuando decidimos amar cada día, esta es una medida preventiva que trae más armonía y unidad.
- Abrazando el compromiso y sellando la puerta trasera. No hay amenazas, no hay salidas energéticas, pero se mantiene el rumbo y se supera. Desafortunadamente, la conveniencia ha reemplazado el compromiso para muchos y cuando las cosas se ponen difíciles, las cosas se desmoronan. Esto es trágico por muchas razones, pero especialmente porque una vez que superamos los obstáculos y los problemas en la relación, en el otro lado hay una intimidad y conexión más profundas que antes. Echamos mucho de menos si nos fugamos. Ganamos mucho si seguimos siendo un equipo, incluso cuando abordamos problemas en la relación.
- Cada persona tiene sus propias “cosas” o viejas heridas que se activan en el matrimonio, pero tienen poco o nada que ver entre ellas. Cuando conocemos nuestras propias cosas y no nos ponemos el uno al otro, asumimos la responsabilidad personal y damos espacio para curar las viejas heridas en lugar de exacerbarlas.
- Poner el humor más y más en primer plano también es útil para neutralizar el estrés diario y crear el espíritu de equipo en casa.
Este viaje de toda la vida continúa sorprendiéndonos e informándonos. Deseo lo mismo para todas las parejas casadas.