¿Hay un límite en la cantidad de veces que debería / podría perdonar a su pareja por engañarle?

No es una cuestión de números, es una cuestión de circunstancia. Una vez puede que no signifique nada, todos cometemos errores genuinos. Debe hablarse de ello y debe acordar los límites y atenerse a ellos si desea recuperar la confianza entre los dos.

Si surge un patrón de engaño que no quiere, o no puede, romper, entonces es hora de irse, no importa cuánto los ames. Incluso si fue solo una vez, pero no puedes superarlo y lo sacas de ellos constantemente, incapaz de dejarlo pasar, entonces es mejor que te vayas.

No debe haber un límite en la cantidad de veces que alguien “debería” perdonar a otro, pero debe haber un límite en la cantidad de veces que una persona se deja poner en la posición de ser engañada.

Cuando la persona hizo trampa, ¿reconocieron y reconocieron su error o culparon a las circunstancias? ¿Están tomando medidas activas para asegurarse de que no vuelva a suceder? ¿Puede la persona engañada para controlar las circunstancias que permitieron que esta situación se produjera en primer lugar? A menos que haya esfuerzos reales para corregir el problema, entonces es probable que el problema se repita.

Si alguien todavía ama a la persona que los engañó, entonces sí, adelante, perdónalos, pero no les permitas volver a hacerlo hasta que hayan demostrado que no lo harán.

Mi opinión es que la infidelidad de su pareja nunca debe ser perdonada. Acaba de salir. Hay algunas razones para esto:

1) Si perdonas, incluso si obtienes algún voto contra la reincidencia, es probable que vuelva a suceder de todos modos.

2) Será muy difícil olvidar que él / ella te engañó. Es muy probable que siempre haya esta mancha en su relación.

3) Hubo una promesa (expresa o implícita) de que serían fieles el uno al otro. Él / ella rompió esa promesa. Usted no tiene ninguna obligación de aceptar ese incumplimiento.

Así que en términos prácticos y morales, creo que hay un caso sólido para una política de “huelgas nulas”.

El engaño es una traición a la confianza. Si bien crees que puedes perdonar a un compañero engañador, personalmente creo que nunca sucederá: quieres perdonarlos porque los amas.

Así que mi límite es cero (como el de mi compañero)