En uno de mis casos, es porque nos vimos obligados a comunicarnos más, lo que fortalece la relación que otras relaciones que tuve donde se evita la comunicación. A muchos chicos no les gusta hablar.
En esa relación de larga distancia, superamos la distancia hablando mucho más y, dado que estamos menos distraídos por la presencia del otro, eso también nos hace escuchar más.