Se dice que las relaciones son como el vidrio. Una vez roto, la dinámica cambia de tal manera que por mucho que lo intentes, no se puede volver a armar. ¿Es realmente cierto?

Las relaciones son como el vidrio pero ¿en qué estado? Una vez que se rompe un vidrio sólido es difícil de unir, pero un vidrio en estado líquido se puede moldear a cualquier forma que queramos.

El estado depende de cómo las personas en la relación lo han construido. Buscar la perfección en las relaciones puede llevar a fracasos. Dar una habitación para las pequeñas imperfecciones y aceptarlas es la mejor manera de mantener una relación como la de un vidrio líquido.