Si recibiera una carta así, pensaría: este chico tiene una fantasía de quién soy y con el que nunca podría estar a la altura, por lo que teme la desordenada realidad.
Esto es lo que debes hacer: invitarla a salir. Las chicas están acostumbradas a tropezar con la torpeza, es mucho más entrañable y confiable que una persona que habla muy bien.