¿Es el amor solo una habilidad que debe aprenderse como cualquier otra?

En cierto modo, sí. Aprender que el amor es un verbo y no solo un estado de ser fue una gran epifanía para mí. El amor es algo que haces todos los días, no un sentimiento fugaz sobre el que no tienes control. Es algo que creas, y en esa creación está la hermosa experiencia.

El amor es natural pero perdimos esa calidad por los prejuicios y condicionamientos que nos enseñaron. Los bebés y los bebés no necesitan que se les enseñe a amar.

El amor entonces es el proceso de desaprender el condicionamiento y hacer miedos que ponen muros entre nosotros.

Una parte clave de eso es dejar caer nuestro EGO. Se aprende mejor a través de la experiencia y las prácticas de atención plena como la meditación en lugar de cursos o libros sobre el romance.