1. Cuéntales.
Es cierto que las palabras hablan más que las acciones, pero pocas cosas son mejores que una simple oración que le diga a alguien sobre sus sentimientos. Y créeme, te sentirás aún mejor y feliz. Tal vez porque esa máxima “Porque es en dar que recibimos” es verdadera.
2. Iniciar una conversación.
Hable con ellos sobre su vida: lo que está sucediendo con su vida, sus sueños y aspiraciones, qué tan confundido se siente acerca de la vida. Pregúntales sobre los suyos. Compartir tu vida con alguien hará que se dé cuenta de su importancia en tu vida.
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3. Revive tu vida juntos.
Realmente no es tan difícil. Simplemente puede mirar en su disco duro o página de Facebook y encontrar fotografías antiguas. Podrías crear un collage y regalarlo. O simplemente compártala en su muro diciéndoles cuánto te gustaría volver atrás en el tiempo y revivir esos momentos divertidos nuevamente.
4. Pequeños regalos como una rosa, una taza o una tarjeta que diga “la mejor madre del mundo” o ese libro que siempre pensó que un amigo amaría hará que el día de alguien sea más brillante.
5. Por último, pero no menos importante, trata de no ser insensible a los sentimientos de alguien. Si tu hermana está llorando porque el héroe de su libro murió, consuélala. Si tu amigo es reticente, trata de saber la razón. Si tus padres parecen estar preocupados por algo, háblales.