Mi habitación es mi fortaleza. Irrumpir sin golpear es siempre inoportuno.
El derecho a la privacidad es un derecho absoluto, siempre y cuando lo guarde dentro de mi cerebro.
Incluye el derecho a divulgar, compartir o revelar lo que el individuo pueda estar pensando o planeando dentro de su cerebro.
Cuando un acto es iniciado por un individuo de acuerdo con su Decisión, lo lleva al dominio del escrutinio público e impone inmediatamente una responsabilidad bajo la LEY de Consecuencias.
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El derecho a la privacidad es respetado por DIOS ya que EL no lee los pensamientos de ninguna persona.
PARAMATMA respeta el derecho que ÉL le ha dado a cada individuo y no leerá ni se inmiscuirá en la mente, el cerebro o la inteligencia de ningún individuo.
Los dichos: ‘Las promesas deben romperse’ y ‘Los secretos deben compartirse’ son pruebas claras y concluyentes que apuntan al Derecho de privacidad derivado del Derecho.
Secreto significa algo que es privado en mi propio cerebro.
Una vez que lo he sacado voluntariamente al dominio público a través de un acto voluntario propio a través de:
- Habla
- Escritura
- Actos fisicos
Después de eso, es una tontería de mi parte esperar que alguien vuelva a esconder ese secreto.
Cuando violo mi derecho a la privacidad, no es necesario que otra persona mantenga la privacidad de ese artículo público.
Cada vez que ejerzo mi derecho de divulgación a un tercero, voluntariamente he cometido un acto por medio de la palabra o la escritura, o mediante uno o más actos o acciones físicas, que exponen mis pensamientos, planes o decisiones secretos al dominio público.
Por lo tanto,
He renunciado a mi derecho a la privacidad.
Ya no estoy protegido por el derecho a la privacidad.