Una pareja poliamorosa elige casarse por las mismas razones que cualquier otra persona. El concepto básico de poli es que una relación no resta valor a otra. Estoy comprometido con mi esposa, he estado, estaré. Al igual que cualquier otra persona, tiene tiempos fáciles y tiempos difíciles. Si no estuviera comprometida, si ella no estuviera comprometida, no habría durado tanto. Cuando las personas se comprometen a hacer que una relación funcione a largo plazo, eligen formalizar ese compromiso al expresar sus intenciones frente a sus familias, amigos, el estado y su iglesia. Eso es el matrimonio. Lo hacen como cualquier otra persona, excepto por ese voto de “nadie más”.
Tener una relación romántica con alguien además de su cónyuge puede causar estrés marital. Es un reto de muchas maneras. Tienes que entenderte mucho más claramente, debes comunicarte de manera más efectiva, debes administrar tu tiempo más cuidadosamente. Para algunas personas, esa es una razón para no hacerlo. Para otros vale la pena el esfuerzo.