Mi mente está clara.
Sé que no podemos estar juntos, incluso si ambos quisiéramos.
Tus sueños te arrastran por un camino; mi realidad me mantiene en otro. Otros corazones se romperían también. Especialmente uno pequeño, el único corazón que he jurado proteger del dolor para siempre. No puedo ser el que lo rompa.
Yo se esto. Incluso acepto esto.
- ¿Puedes amar a alguien con quien no puedes comunicarte que habla un idioma diferente?
- ¿Te encantaría un amigo de toda la vida?
- Si un chico que te ha hecho el amor, después de unos meses dice que se ha enamorado seriamente de una niña en pocos días, ¿cuál debería ser tu reacción?
- ¿Cómo le diré a mi novio que me he enamorado de él?
- Si una chica ama a alguien, incluso si sabe que él ama a otra persona, ¿es moralmente débil o carece de fuerza de voluntad?
Aún así, todo este anhelo por ti me está separando. Estás en mi mente la mayor parte del tiempo, como una dimensión paralela que ha dividido mi cerebro en dos. Pienso en ti cuando trabajo. Cuando juego Cuando yo duermo.
Logro pasar varios días con una sensación de mejora. Como si finalmente me estuviera moviendo en la dirección correcta. Pero entonces la reacción violenta me golpea, como un látigo en mis pantorrillas, y una vez más estoy paralizado por la duda.
Todo lo que pensé que sabía se convirtió en una balsa a la deriva, arrojado alrededor de un río salvaje.
Necesito recordarme que esta es una fase por la que debo pasar. Mi amor por ti es real. Pero no es lo único que debo tener en cuenta. Mis sentimientos son solo un aspecto de una imagen más grande.
Hay algo que necesito aprender de esto. Necesito entender lo que me ha traído aquí. ¿Creé esta situación para mí? ¿Por qué?
Necesito entender mi anhelo, mi dolor, mis patrones.
No necesito distracciones. No demasiados al menos. Necesito mantenerme enfocado, para superar la agitación.
Necesito hacer actividades que me permitan estar conectado conmigo mismo. Yoga. Camina. Escritura. Necesito darme tiempo para descubrir las respuestas a todas estas preguntas.
Has abierto tantas puertas ocultas dentro de mí, y ahora no hay vuelta atrás. Tengo que pasar por esta experiencia de transformación.
Me siento abrumado, pero también agradecido. Porque me has mostrado otra versión de lo que es amar y aunque duele, mi vida se enriquece.