Hay muchos tipos diferentes de abogados. Algunos (litigantes) se involucran en disputas luchando por uno u otro bando. Otros ayudan a los clientes a armar acuerdos y lograr objetivos comerciales. Podría seguir y seguir, pero no necesitas decidir cuál ser ahora. Podrías pensar en lo siguiente:
- Vaya a su juzgado local y observe algunos juicios. Los juicios están abiertos al público y usted puede ir a cualquier sala de la corte, observar un rato, luego irse y mirar otra. Es muy interesante, y cuando entras en el juzgado, pregunta a los diputados si hay algún caso interesante en curso. ¡Asegúrate de apagar tu teléfono!
- Lee algunos de los clásicos libros de derecho. One L, Paper Chase, presunto inocente. Ellos son divertidos. Mi prima Vinny es excelente también.
- Mire los blogs de leyes para tener una idea de lo que piensan los abogados. La conspiración Volokh y por encima de la ley son buenos comienzos.
- Intenta hablar en público. Da miedo al principio, pero es divertido cuando te acostumbras. Clases de drama, improvisación, encuentros, club de debate. Pruébalo y ve si te gusta. Incluso si nunca quiere ser un abogado de la corte, siempre es bueno poder hablar de manera persuasiva y con confianza con un grupo.
- Lleve a un abogado a almorzar y “elija su cerebro”. ¿Cómo terminaron en ley, qué es lo que desearían saber, qué es divertido, qué no lo es? A los abogados les gusta mentor, así que sé un buen mentoreado. Si el almuerzo es demasiado intimidante, envíe un correo electrónico y vea si hablarán con usted por teléfono durante 20 minutos. Pruebe su defensor público local o la oficina del fiscal de distrito. Tenga sus preguntas listas.
- Puedes escuchar los argumentos de la Corte Suprema en línea. Algunos son difíciles de seguir pero otros pueden ser fascinantes.
- Aprende a escribir. Gran parte de la ley está escribiendo. Escribir claramente, precisamente, a veces persuasivamente, es lo que hacen los abogados. Si vas a entrar en la ley, es mejor que sepas escribir bien.
- Mantenga la mente abierta porque la ley es una carrera muy específica y no todos los abogados disfrutan de su trabajo. Entonces, si bien es reconfortante decidir su futuro a una edad temprana, debe tener en cuenta que podría no ser una buena idea confiarle su futuro a la adolescencia. 🙂