Creo que es una de las partes más importantes, si no la más importante, de criar un hijo. Si un niño se siente amado, valorado y seguro, es libre de viajar por el mundo, participar y aprender académicamente y emocionalmente con confianza. Un niño que no se siente valorado en casa tendrá dificultades para sentirse valorado en cualquier lugar. Pueden temer el rechazo y evitar conexiones sociales externas.
Por otro lado, un niño que está sobrevalorado en el hogar y que se le enseña que es el centro del mundo estará en camino de convertirse en un niño problemático en el mundo exterior. Pensarán que son más importantes que los demás niños, que sus sentimientos son más importantes y que no podrán comprender por qué nadie los trata de la manera que “merecen”.