Realmente no me importaba cómo me veía en nuestra boda. Me aseguré de peinarme porque tendrían muchas fotos. Mi novia (ahora ex) compró su vestido de novia durante meses, preocupada por su cabello, uñas, maquillaje, fotografía, el anillo y todo. Ella nunca dejó de hablar de eso con todas sus amigas y con su madre.
Así que mi experiencia es lo contrario.