Conscientemente amar a alguien y enamorarse son dos cosas completamente diferentes.
Amamos a alguien porque él o ella es amable, dedicado, leal, nos ama, nos ayuda a crecer, está con nosotros en los momentos difíciles y mucho más.
¿Por qué se siente como un esfuerzo entonces? ¿Por qué sentimos que estamos devolviendo un favor?
Sabemos, estamos haciendo lo correcto, lo que se supone que se debe hacer, no lo que queremos hacer.
- Asumiendo que la persona en la que estás tan interesado ya está saliendo. ¿Sería prudente hacer conocer sus sentimientos a la persona a pesar del hecho de que la persona en cuestión ya está saliendo?
- Mi novia rompió el corazón de este chico para estar conmigo. ¿Cómo la hago sentir mejor?
- ¿Tienes una persona extremadamente leal que haría cualquier cosa por ti sin necesitar nada a cambio?
- ¿Crees que es posible volver a enamorarte de alguien si te esfuerzas?
- ¿Qué harías si no recibieras el amor de la persona que mereces?
Nos decimos qué tan buenos son, cuán perfecta es la vida, cómo tienen los ingredientes perfectos para una relación completa.
Presentamos datos, hechos, verdades y tratamos de convencernos a nosotros mismos y al mundo de que la vida es completa, perfecta. ¿Qué más podemos querer?
La verdad es profunda, en un rincón oscuro y profundo de nuestro corazón, sabemos que algo está mal. Nuestra alma no es tocada.
Una pequeña, pequeña parte de nosotros permanece seca, seca … nada crece allí, nadie vive allí.
Entonces, algún día, de repente sale el sol. Llega alguien que es como una llovizna, un soplo de aire fresco.
Todo nuestro ser está iluminado.
La pieza faltante del rompecabezas encaja y completa la imagen.
. Nos sentimos a gusto. No hay esfuerzo. Los pasos se vuelven ligeros. Nos movemos en trance como delicadas flores meciéndose en la brisa. Nos sentimos cálidos, envueltos en sol de invierno por la mañana.
La persona puede estar equivocada, el momento puede estar equivocado y puede que nunca confesemos, pero en el fondo sabemos lo que sucedió.
El corazón de repente parece tener una mente propia.
Peleamos, resistimos, ignoramos, pero, se niega a ceder.
Pensamos lógicamente, sopesamos las consecuencias y nos armamos de acero.
Seguimos adelante, pero nunca olvidemos lo espontáneo, lo fácil que fue y lo hermoso que fue.
La forma en que sentimos por la persona que elegimos amar y la persona con quien nos enamoramos, es totalmente diferente.
¡El amor nunca puede ser un hecho, una elección, una tarea o un trabajo realizado!
Puedo llegar a amar si lo intento pero nunca puedo enamorarme.