Los bebés y los niños pequeños aprenden señales de las expresiones emocionales de sus cuidadores y de las personas que los rodean. Pueden sentir la felicidad, la tristeza, la tensión, el miedo, la ansiedad, la ira, etc. Puede que no entiendan lo que son, pero saben la diferencia entre lo que los hace sentir bien y mal.
La afirmación a los bebés generalmente se entrega a través de una voz de tono más alto, una sonrisa, emoción, risas, tal vez incluso un abrazo y una suave sacudida. Los bebés son capaces de leer este lenguaje corporal. Los hace sentir bien, felices y riendo. Se sentirán seguros, amados y seguros, y crecerán para convertirse en personas seguras y amorosas.