¿Por qué crees que los padres creen que está “bien” cuando sus hijos les faltan el respeto? La mayoría de los padres no lo creen.
Lo que podría confundirlo es que varios padres (pero no la mayoría) creen que el castigo no funciona. La parte interesante es que hay varios estudios que realmente muestran eso!
Estoy sinceramente de acuerdo con usted en que los padres no deben permitir que sus hijos los falten al respeto. El rol de los padres es enseñarles cómo comportarse, cuáles son las reglas de la sociedad, pero también enseñarles cómo sobrellevar sus sentimientos y cómo ser la mejor persona posible. Esto ciertamente incluye límites de enseñanza y respeto, ¡no solo a sus padres, sino a todos!
La mejor herramienta de enseñanza, en mi opinión (y en la de muchos otros padres) son las consecuencias naturales. Los niños deben ver que las reglas tienen un significado y deben enfrentar las consecuencias de sus acciones. Las consecuencias no son un castigo, son el seguimiento natural de tus elecciones.
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Por ejemplo, mi hija (ella tiene 3) tiene el “hábito” de tirarme sus juguetes cuando está enojada. Eso obviamente no está bien. Cuando lo hace, llego a su nivel y le digo: “Está bien que estés molesta, pero no golpeamos a las personas”. Puedes tirar tus juguetes a la canasta de juguetes “.
Para ti, esto es probablemente una cosa estúpida y el niño no solo debería perder el juguete, sino que debe ser azotado. ¿Pero sabes que? Lo que hice realmente funciona. Lo que hice fue reforzar una regla (“No puedes lastimar a las personas”) y le di un lugar para ventilar sus frustraciones. Estar molesto realmente está bien, y un niño pequeño no tiene el “cableado” del cerebro para hacer frente a sus emociones. Al dejar que lo descargue de una manera que no lo confronta, aprende a lidiar con eso.
En una ocasión diferente, mi hija quería algunos dulces en la tienda de comestibles. Le dije que iba a almorzar en unos momentos y que podría comprarlo, pero no comer los dulces porque le arruinaría el apetito. Estaba molesta y propensa a tener una rabieta. Cuando ella comenzó a “actuar”, no solo no compramos los dulces, sino que salimos de la tienda. La consecuencia natural de no comportarse es que su viaje terminó y no obtiene lo que pide.
Recuerda darles mucho amor a los niños, pero nunca olvides enseñarles los límites. Dales herramientas para hacer frente. No castigues, enseña.