Cuando somos niños, diría que ambos. Es completamente natural estar apegados a nuestros padres, especialmente cuando somos realmente jóvenes, ya que son nuestros principales cuidadores y así es como la naturaleza nos hizo ser.
Cuando crecemos, si tenemos una relación buena y respetuosa con nuestros padres, ese amor es muy independiente, los amamos por lo que son. Pero si tienes una mala relación con ellos (y créeme, una mala relación se debe totalmente a la culpa de los padres, ya que ¡ELLOS son adultos y deberían saber cómo comportarse!) Es bastante natural que ya no los ames.
De tus detalles, en realidad no amas a tus padres pero aún los necesitas. Esto es bastante triste porque significa que tu relación no está funcionando. No sé por qué es así, pero si tienes algún tipo de afinidad con tus padres, te recomiendo que trates de arreglar esto. Como mínimo, teniendo en cuenta que los necesita, trate de ser respetuoso y trabajar en su independencia. Una vez que ya no eres dependiente, puedes resolver las cosas a tu propio ritmo.
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