-Desear estar solo no significa que te odie
-Decidiéndome que debería saber mejor y que me traten como a alguien que no tiene mente propia es extremadamente contradictorio y me vuelve loco. Solo porque se le ocurrió a usted automáticamente no hervir cera en un frasco de vidrio en la estufa, eso no significa que debiera haberlo sabido, cuando nunca me enseñaron a usar una estufa con seguridad. En cuanto a lo otro, tomo mis propias decisiones. Sí, otras personas pueden tener alguna influencia sobre mí, pero eso no significa que quiera un corte de pelo solo porque Michelle lo sugirió.
-Déjame cometer mis propios errores. Sí, dígame cuál es la mejor manera de evitar el embarazo y todo eso, pero no amenace con alejarme de mis amigos si me quedo hasta pasada la medianoche. Soy yo quien tiene que lidiar con las consecuencias. Continúa y castígame por cualquier comportamiento que realmente te afecte que pueda resultar de eso. De lo contrario, déjame en paz.
-No soy adicto a la tecnología. Uso la tecnología para comunicarme con mis amigos que viven lejos, escuchar música, aprender sobre mí mismo, mejorar mi salud, ayudar a extraños y relajarme. Cuando quitas esa tecnología, no estoy enojado porque me quitaste mi teléfono. Estoy loco porque me llevaste a mis amigos, mi música, mi fuente de información y mi forma de relajarme.
-A veces, tu castigo por algo es realmente innecesario. Probablemente ya me siento culpable o he experimentado la consecuencia y no lo volveré a hacer.
-Los dos peores sentimientos están siendo ignorados y no siendo creídos. Si no me presta atención o se niega a tener en cuenta mis pensamientos cuando estamos juntos, me duele, y no desearé volver a pasar tiempo con usted en un futuro cercano. Si no crees que sé lo que está pasando dentro de mi propio ser, me siento frustrado y sin amor. ¿Por qué es más fácil creer mis mentiras? ¿Solo porque son más ‘normales’?
-Cumple con tu promesas. Si mis hermanas y yo somos importantes para ti y nada será más importante, ¿por qué necesitas que vigile a mi hermana con la gripe estomacal que sigue preguntando por ti y llorando, solo para que puedas bailar de nuevo? Si juras que puedo decirte algo, ¿por qué me dices que mis sentimientos están mal y comparto mis pensamientos personales con los padres de mis amigos?
-No “espere mejor” de mí. Soy tan humano como cualquier otra persona, y solo porque tú y mi hermana pueden hacer algo fácilmente no significa que yo pueda. Cometo errores en matemáticas y juicio. Dígame que mejore y cómo hacerlo, pero no intente hacerme culpable por no estar a la altura de su imagen infantil ideal.
-He crecido mucho más de lo que sabes. He pasado por tanto, he aprendido tanto, que ni siquiera sabías. Cuando me dices que “Solo crezcas ya”, duele, porque lo he estado intentando. Es posible que me tome más tiempo aprender algo, y tal vez tenga que aprenderlo de la manera más difícil, pero realmente he madurado en el tiempo que me has criado. No me compares con alguien más para decirme quién y cómo debería ser. Comparadme con el yo de ayer, si es necesario.
-No estoy de acuerdo contigo por razones reales, no solo porque quiero discutir.
-No hay nada malo en mí que me haga peor que nadie. No trates de ‘arreglarme’ No me digas que los “niños normales” no discuten tanto con sus padres, o que los “niños normales” realmente quieren pasar más tiempo con sus padres. Te has pasado toda la vida diciéndome que soy única y que estoy orgullosa de eso. ¿Por qué esperas o quieres que sea normal? No soy.
-Pensar pensamientos oscuros no significa que sea suicida. Si comparto mi historia (donde muere el personaje principal) contigo, no estoy ocultando un secreto horrible. Solo quiero que juzgues mi historia, no que me juzgues a mí.
-No es que prefiero a las personas que me permiten hacer lo que quiero, es que prefiero a las personas que me tratan con respeto y me conceden algo de paz y tranquilidad, y no discuten mis errores exclusivamente conmigo todo el tiempo.
-Por favor, no permitas que “me decepcionen” sea lo último que me digas antes de acostarte.
-No te fijes en lo que estoy haciendo mal. Por favor, mira lo que he logrado, también. Felicítame por mis éxitos.
-No trates de decirme qué creer. La creencia no viene de lo que se nos dice. Si necesito la fe, la encontraré. Dame la opción de elegir.
-No me digas a quién debo odiar o desdeñar, y a quién debo amar. Como dijo Harry Potter, “Creo que puedo decir el tipo equivocado por mí mismo, gracias”.
-A veces necesito a alguien con quien hablar, que no me juzgue por pensamientos aleatorios e inseguridades, y que solo me diga: “Te amo”.