Estado allí. Mi esposo no tuvo trabajo por casi un año. Lo vi deprimirse día a día, a pesar de esforzarse para encontrar un nuevo trabajo. Quería hacer algo por él. Hablé con él en detalle y seguí el plan que se menciona a continuación (para que quede claro, mi esposo está altamente calificado, por lo que definitivamente obtendría un trabajo, era solo una cuestión de tiempo y nuestras limitaciones personales sobre la ubicación lo obligaron a aceptar un año para conseguir un trabajo)
- Pasará solo de 3 a 4 horas en un día, el resto lo dedicará a cuidar su salud, pasatiempos y tareas domésticas que se le asignen.
- A mi regreso en la víspera, salíamos a dar largos paseos, veíamos películas, jugábamos juegos de mesa y escuchábamos las actividades del día del otro.
- Los fines de semana sacaron algunos proyectos de casas pendientes que estaban pendientes por mucho tiempo.
- Le enviaría deliberadamente e indirectamente algún material de lectura o videos con pensamientos positivos y le pediría que me explicara.
- Por último, hicimos un viaje de un mes a Europa después de que consiguió un nuevo trabajo, pensando que los dos no nos iremos juntos. (Gracias a nuestros hábitos de ahorro, nos podemos permitir y estamos seguros de que con su nuevo trabajo, nos pondremos al día con nuestros ahorros)
- Me propuse no dejar que mis preocupaciones y preocupaciones arruinen nuestras vidas. No había tenido un descanso tan grande después de su universidad y siempre estaba demasiado ocupado con sus tareas de oficina, excepto los fines de semana. Así que decidí hacerle disfrutar de su descanso obligatorio en la mediana edad.
Hay ciertas cosas en la vida donde no tienes ningún control. ¡Si es inevitable, bien podría disfrutarlo!