Cuando los padres se centran en la vida EXTERIOR: resultados y apariencias, no pueden permitir que su hijo fracase. Su miedo e inseguridad hace que ejerzan el control a través de la crianza con helicóptero.
Cuando los padres tienen una rica vida INTERIOR, son capaces de impartir significado en sus propias vidas, entienden que la vida es un maratón, no una raza. Confían en que su hijo construirá resiliencia y aprenderá a través del fracaso y se centrará más en el largo plazo: carácter, compasión, comunicación y respeto.