Los criterios que otras personas utilizan para compararte con tu hermano y tu hermana son simplemente erróneos. Aquí hay un consejo profesional para la vida en general:
NUNCA comparar. Siempre. Nada bueno viene de comparar. ¿Por qué? Porque no importa quién es mejor según la rúbrica x o y (que siempre es una mierda arbitraria). El hecho de que sus padres comparen a sus hijos entre ellos demuestra que no entienden lo que realmente importa en la vida.
Aquí hay algunas cosas que realmente importan:
1. ¿Tienes integridad? Eso significa que, ¿te comportas de acuerdo con la verdad de quién eres o, como tus hermanos, simplemente haces y piensas lo que otros quieren que hagas y pienses (esa es la definición de NO estar en integridad)?
- En Ontario, ¿cómo puedo tomarme un tiempo libre para estar con un familiar enfermo en los Estados Unidos?
- ¿Hay algún mamífero social y patrilineal donde las hembras en edad reproductiva se ven obligadas a abandonar el grupo familiar?
- Cómo convencer cortésmente a mi madre de que no bebo, no fumo ni tomo drogas.
- ¿Por qué los miembros de la familia no pueden ser castigados por el suicidio de una persona?
- ¿Haces lo mejor para la familia o para ti?
2. ¿Eres capaz de establecer metas para ti mismo y luego cumplirlas? Si no, ¿eres lo suficientemente flexible como para volver a ponerte de pie y trabajar para alcanzar metas saludables que puedas alcanzar? Los objetivos que intenta alcanzar son el único estándar por el cual medir cualquier cosa. Si quieres construir un cohete, necesitarás ser un ingeniero bastante sólido. No importa si fuiste a CalTech o Arizona State, lo que importa es si puedes o no construir un cohete. Lo mismo para cualquier otra cosa.
3. ¿Tienes una comunidad (pequeña o grande) o personas que amas y que te aman donde perteneces? Eso es lo que comprende una vida feliz.
4. ¿Puedes mantenerte? Es decir, eres independiente y autosuficiente?
5. ¿Te responsabilizas por tus sentimientos, comportamiento y vida? En otras palabras, ¿estás siempre en el camino de crecer?
Esas son las cosas más fundamentales, importan. Todo lo demás no importa. Parece que ya sabes por instinto lo que es importante: ahora no permitas que otras personas con sus malas decisiones, juicios falsos y vidas infelices te desvíen de lo que ya sabes que es verdad.