Permítanme compartir con ustedes algunas anécdotas de crianza:
Abc era una mujer que conocí en la clase de coaching de mi hijo. Me dijo que admitió a su hija en contra de su voluntad porque los niños no saben lo que es bueno para ellos. Se sorprendió cuando le dije que no habría admitido que mi hijo no hubiera insistido.
CDF es una mujer joven con una pre-escolar. Ahora este niño está más concentrado durante el día. Lo vi haciendo su tarea con gran atención. Pero la madre lo obligaría a sentarse por las noches y completar su tarea. Ella pondría la televisión y lo amenazaría con que dejara la televisión para completar la tarea.
Una dama que conozco me dice que los padres que no duermen con sus hijos están privando a sus hijos del amor de sus padres.
- ¿Por qué mis padres siguen diciéndome que he hecho su vida un infierno?
- ¿Qué debo hacer cuando era niño si mis padres toman algunas decisiones por mí pero no comprueban si su decisión fue correcta o incorrecta?
- ¿Cuántos de ustedes todavía le dan besos a sus padres?
- ¿Tu hijo tiene un amigo que odias?
- Cómo vivir con el control de los padres indios
Otra señora sigue insistiendo en que la crianza de los hijos es un trabajo ingrato.
Sigo adelantándome sobre cómo la maternidad es la forma más elevada de sacrificio.
Una mujer que amamanta a su hijo menosprecia a otra que no puede hacerlo.
El otro día, un vecino comentó que a mi mayor le resultaría difícil adaptarse en el albergue porque es un niño y alimentamos a los niños con una cuchara. Y ella dijo todo esto en un tono normal, como si así fuera como deberían hacerse las cosas.
Estoy de acuerdo en que la crianza no es un trabajo fácil. Pero cuando criamos así a nuestros hijos, transmitimos mensajes negativos.
La crianza de los hijos no es un sacrificio. No es tu POLÍTICA DE RETIRO.
Supongo que el curso de crianza no es una mala idea. Pero abogo por que ambos padres tomen este curso. Ya es hora de que los padres se vean a sí mismos como compañeros de crianza y no solo como cuidadores de bebés.
Espero que esto ayude.
¡Aclamaciones!