No hay una probabilidad definida, pero como las facultades y, a veces, la motivación pueden disminuir, a menudo se necesita la previsión y el ímpetu de un miembro de la familia para proponer y promover la actividad, recordarla, facilitarla y “venderla” en retrospectiva. .
Los resultados de todo esto pueden ser sorprendentemente valiosos tanto para las personas mayores como para las familias, y es un hermoso ciclo kármico si podemos cuidar de nuestros abuelos y padres cuando lo necesiten en sus años dorados.