¡Se siente genial! Tuve a mi hijo cuando tenía 26 años y, según mi opinión, tus veintitantos años son el mejor momento para ser madre, física, fisiológica y emocionalmente, asumiendo que estás en una relación estable y que tienes una buena pareja comprensiva para ayudarte con niño.
Usted tiene la energía suficiente para mantenerse al día con la tensión de criar a un niño y es lo suficientemente maduro como para cuidar de uno.